Por José Manuel Santana
(El zorro)
*San Pedro de Macorís* – Desde hace más de dos milenios, el libro de *Proverbios*, atribuido al sabio rey Salomón, nos dejó enseñanzas que hoy siguen siendo sorprendentemente vigentes. Una de ellas es la advertencia sobre el tipo de personas que pueden arrastrarte a un camino de conflicto, fracaso y autodestrucción: los iracundos y violentos.
El pasaje clave se encuentra en *Proverbios 22:24-25*, que dice:
*"No te asocies con el hombre iracundo; ni andes con el hombre violento, no sea que aprendas sus maneras, y tiendas lazo para tu alma."*
Este antiguo proverbio no condena la amistad en sí, sino el riesgo de absorber actitudes y patrones destructivos al rodearnos de personas tóxicas. El consejo tiene una intención protectora: evitar que la violencia verbal o física, el carácter explosivo o la agresividad se conviertan en parte de nuestra vida.

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